«Hemos sufrido la muerte física de nuestros familiares y ahora pretenden nuestra muerte civil». No quiere que el Gobierno negocie con los asesinos de su hermano y de sus dos sobrinas. Y como él, la viuda del Guardia Civil, el padre del militar o la novia del concejal asesinados por la banda terrorista ETA. Tan sencillo como eso. Y tan legítimo. Pero a Zapatero, parece, le importa más apartar cualquier obstáculo que pueda dificultar su 'proceso de paz' que otra cosa. Hay que acallar a las víctimas de ETA, que sus sentimientos no calen en la sociedad: hay que silenciarlos...
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el sábado, marzo 25, 2006
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ENTREVISTAS
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