Tras sufrir malos tratos físicos y psíquicos, Marta vive ahora 'pegada' a un móvil de teleasistencia que le permite dar la alarma cuando su agresor incumple la orden de alejamiento que le impuso un juez. Tiene miedo a dar la cara, pero sabe que contar su historia es la mejor manera de denunciar el infierno que ella y otras muchas mujeres han tenido o tienen que soportar...
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el lunes, marzo 27, 2006
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ENTREVISTAS
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