El agente, cuya identidad no ha trascendido, trabajaba hasta hoy como conductor de autocares que trasladan a presos. El hombre ha sido apartado cautelarmente de sus funciones. Se enfrenta a un delito de omisión de socorro y a otro por saltarse el reglamento de la Guardia Civil. "Las ataron de pies y manos y las tocaron por todas partes", explica el padre de una de las menores agredidas.
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el viernes, octubre 30, 2009
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