Un desprendimiento de rocas ha cortado tres carrilles de la carretera que une Arteixo con La Coruña. A Alejandro le cayeron encima toneladas de piedra y roca, pero sólo tiene un rasguño en el labio. Sabe que ha tenido mucha suerte, igual que los miles de conductores que a diario usan la AG-55. (ATLAS)
Esta entrada fue publicada
el sábado, noviembre 28, 2009
y está archivada en
SABÍAS QUE
.
Usted puede publicar un comentario
y seguir los comentarios a esta entrada con
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
.
0 comentarios