Ahí fuera hay un 'Gran Hermano' que lo sabe todo sobre nosotros. Quizá George Orwell tuviera razón. Nos adentramos en un mundo vigilado y medido. Varios miles de ingenieros, matemáticos e informáticos rastrean y manejan la información que generamos a cada instante. Una llamada con el móvil, un pago con tarjeta de crédito, un 'click' en Internet... datos valiosísimos para un imperio de recopiladores que trabajan para empresas, Gobiernos y partidos políticos. Cientos de miles de ojos pueden adivinar nuestros gustos, nuestras aficiones y hasta nuestras pasiones. No estamos tan solos como pensamos frente al ordenador. ¿Dónde se encuentra el límite de la privacidad? ¿Hasta qué punto es lícito tener acceso a determinada información?
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el martes, noviembre 24, 2009
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REPORTAJES
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