Los marines de los Estados Unidos están especialmente entrenados para detener vehículos sospechosos cuando se aproximan excesivamente a un convoy militar. Generalmente la operación consiste en una ráfaga de disparos contra el motor con lo más efectivo que tengan a mano. La mayoría de las ocasiones funciona, pero te puedes imaginar el riesgo que corre el pobre desgraciado que a lo peor estaba pensando en el precio de los tomates en lugar de en el Humvee que tenía delante. Mejor por tanto si antes de disparar con la M2, lanzan un haz de ondas electromagnéticas para desactivar el vehículo en cuestión.
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el sábado, enero 23, 2010
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TRÁFICO
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