Con 97 años no dudó en subirse a una bicicleta para perseguir al atracador que momentos antes le había robado 500 euros de su paga y la cartilla del banco. Su proeza sirvió para que agentes de la Policía Local localizasen al delincuente justo cuando salía de un taxi con el que pretendía despistar a sus perseguidores. La jugada no le salió como pensaba. La que consideraba una débil víctima resultó ser una pieza dura de roer.
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el sábado, febrero 06, 2010
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