La suerte de tener implantes de pecho. Una mujer que trabajaba en la recepción de un dentista en Beverly Hill California vio de pronto cómo se abría la puerta y entraba un hombre armado que sin preguntar abrió fuego. Lydia Carranza recibió un disparo en el pecho y si no hubiera sido por sus tetas de silicona, habría muerto, según publica 'The Telegraph' .to
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el viernes, marzo 12, 2010
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