Durante este puente estaba yo tan tranquilito tomando el fresco en Sintra, cerca de Lisboa, cuando un simpático compatriota me espetó un contundente "¿Tú que haces por aquí, si no hay putillas?"
Además de poner en duda dicha afirmación, porque la bella villa portuguesa es suficientemente grande para que todos los sectores económicos tengan representación, especialmente el terciario, pude constatar, una vez más, que tengo una fama maravillosa.
Además de poner en duda dicha afirmación, porque la bella villa portuguesa es suficientemente grande para que todos los sectores económicos tengan representación, especialmente el terciario, pude constatar, una vez más, que tengo una fama maravillosa.
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el jueves, mayo 08, 2008
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LA COLUMNA
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