Pocos se dan cuenta de lo fácil que resulta hacerse pasar por otra persona. En realidad, lo esencial es parecerse a su foto del pasaporte o del carnet de identidad. Lo demás es cuestión de elegir bien al posible doble. Tiene que ser una persona de rasgos corrientes, que esté soltera y que sea poco sociable.Svetlana Sokolova, una cuarentona de Odintsovo, una ciudad satélite de Moscú, era, al parecer, una candidata ideal para que alguien se apropiase de su personalidad.
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el domingo, marzo 22, 2009
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COMPORTAMIENTO
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