El plan habitacional lanzado la semana pasada por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que proyecta la construcción de un millón de viviendas, tendrá una particularidad en las casas populares que se están levantando ya en algunas favelas de Río de Janeiro, concretamente en el complejo de Manguinos, considerado el punto más violento de la ciudad: serán a prueba de bala.
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el martes, abril 14, 2009
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